viernes, 1 de abril de 2011

cabellos


Ya junté
todos tus cabellos
de las sábanas.

Uno por uno
con rigor de esposa
con pasión forense

Había muchos
te diría
miles
de cabellos

creo terminar
luego encuentro otro
y otro
y otro

ya junté —creo—
todos tus cabellos
de las sábanas.

hay más
debajo de la almohada
lo se.
rima y trascendencia del celo

Lo reconozco, Licenciado. Soy una mujer celosa.
¿Celosa en qué sentido?
Celosa de mi marido.
Cuando vienen mis vecinas,
o si vienen mis amigas;
Si mi tía, si mi prima;
mi marido las espía,
todo el tiempo las mira.
Es un hombre, convengamos;
pero no tolero su descaro.
Ya no me mira como antes,
 ni la palabra me dirige.
Está quieto. A veces creo que medita.
Pero a todas ellas las mira.
Las desnuda con la mirada.
Las penetra con la mirada.
¿A qué se dedica?
Mi marido no se dedica.
¿De qué trabaja?
Mi marido no trabaja.
¿Y qué hace?
El no hace.
No hace nada el muy difunto.
No hace nada, pues ha muerto.
Pero lo tengo presente,
en un estante,
en un retrato,
mi marido
está mirando.