domingo, 7 de diciembre de 2014

Rojos
los sauces, los Cristos, las violetas.
Rojas
las campanas, las viudas, las guitarras.
Hay un color
brillando en mi sien
y es roja la sombra que arrastro
hace diez esquinas
el mismo color
de las cosas 
que se callan.
Rojo
tu pelo es un semáforo
perfumado
que dice stop
mientras yo llevo
encendido
el color
de los accidentes.