Yo se que te da miedo
que alguno
de tus empleados
sin querer
mate a un grillo.
Yo sé también
que nunca vas a leer
alguno de estos poemas.
Lo que vos no sabés
es que
con los borcegos
que llevan tu nombre
reventé
todos los grillos que pude
y después renuncié.
No por nada
se escucha
ese silencio a la noche.
BUENISIMOOO... me muero de la risa, esta genial, es cotidiano, sencillo, pero dice tanto en tan pocas palabras!
ResponderEliminarGracias Nadia!! Toda la onda tus comentarios, sos una grossa! Viste? esa es la inspiración que se consigue trabajando cuatro días en la YPF de valentin caón y luego renunciando.
ResponderEliminarEs genial !!! jaja.. Algo de ello me suena familiar ...
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